Las pinturas de cera se fabrican con pigmentos y determinadas ceras líquidas, quedando al secarse una consistencia dura.
Se caracterizan porque son suaves, fáciles de extender o difuminar, y porque tienen brillantes colores.
Se presentan en barras de distintos grosores, calidades y durezas. El soporte más adecuado es el papel que puede ser granulado o liso. También se puede pintar sobre cartón.
Cuando están frías las telas extienden mal, por eso es conveniente calentarlas ligeramente con las manos otra fuente de calor.
Manchas de color
Las ceras son excelentes para realizar manchas de color que no requieran mucho detalle dado el grosor de las barras. Para realizar contornos o grafismos más finos se pueden afilar las puntas.
Tinta china y ceras
Para trabajar esta técnica se realizan en primer lugar una serie de manchas a base de ceras de distintos colores. A continuación, se cubre toda la superficie con tinta china, extendiendo la bien con un pincel grueso. Cuando la tinta esté seca, se raspa con una cuchilla a la superficie, apareciendo el dibujo anteriormente realizado con las ceras.
